VIOLENCIA EN LOS CENTROS EDUCATIVOS
Este fenómeno ha adquirido, desde los años setenta, una magnitud apreciable en países como Estados Unidos, Suecia, Noruega y Reino Unido. En nuestro país, parece ser que su incidencia es menor pero empiezan a detectarse, cada vez más, manifestaciones preocupantes como consecuencia de la crisis social, cultural y familiar que se está sufriendo.
La realidad es muy compleja porque en ella se cruzan factores muy diversos, la investigación y el análisis sobre el fenómeno son aún muy precarios y las respuestas educativas son igualmente distintas. No se puede afirmar que exista un buen paradigma conceptual desde el cual interpretar, en toda su dimensión, la naturaleza psicológica y social del problema.
Los actos violentos están sujetos a un gran sistema de relaciones interpersonales donde las emociones, los sentimientos y los aspectos cognitivos están presentes y configuran parte del ámbito educativo. Asimismo están ligados a las situaciones familiares de cada alumno y al ámbito social de la escuela.
El problema comienza cuando se aborda la resolución del conflicto a través del ejercicio de la autoridad, del castigo, etc. provocando un clima de tensión en el aula que el profesorado no sabe resolver, y queda la cuestión sumergida en el currículo oculto de las relaciones interpersonales y en el clima del centro que lo sustenta.
Un aspecto sobre el que parece que hay consenso es la forma de abordar el problema, desde una posición de análisis e investigación sobre el tema de la violencia y la agresividad y sobre el propio marco escolar y sus características para poder llegar al desarrollo de programas de intervención y prevención aplicables a la realidad educativa. Es decir, reflexión teórica e investigación empírica.
CAUSAS QUE SUPUESTAMENTE ORIGINAN LA VIOLENCIA
En primer lugar, ha de hacerse constar que, existiendo el caso y siendo frecuentemente denunciado alguno de sus efectos en las páginas de toda la prensa nacional, ha tratado, hasta ahora, de minimizarse por las autoridades responsables. Hoy, estos mismos responsables, ya no sólo reconocen su existencia, sino que le dan la justa importancia que tiene y proponen iniciar la búsqueda de soluciones.
Las causas motivadoras de tan triste fenómeno sociológico han sido tratadas por pedagogos, psicólogos y sociólogos. Unos afirman que son puntuales, únicas, concretas. Otros, por contra, hablan de conjunto de causas entrelazadas.
Aún siendo, como parece lógico suponer, un hecho provocado por múltiples causas, ha de esperarse, también por lógica, que en el conjunto algunas tengan más incidencia que otras.
Desde un principio se habló en España, de una violencia generada por "tribus urbanas" identificadas con ideologías ultraderechistas de marcada tendencia nazista. Los cabezas rapadas eran el punto de mira de la crítica. Se llegó a afirmar que ultraderecha y violencia eran sinónimos. Que existan ejemplos en estas agrupaciones que parezca demostrar tal aseveración es indudable. Algunos sectores de la ultraderecha política española organizaron secciones juveniles que querían imponer sus teorías por la fuerza bruta sin más razones. Pero no fueron todas ni fueron únicas. El concepto ultra puede ir seguido de la determinación derecha o izquierda y hasta centro. Porque en las demás tendencias pueden encontrarse ejemplos tan claros como los primeros.
CRIMINALIDAD INFANTIL. LA VIOLENCIA Y EL DELITO EN LOS NIÑOS
1 diciembre en Kentucky un chico de 14 años abrió fuego en los pasillos del su instituto matando a tres alumnos.
Dos meses antes, uno de 16 años mató a su madre en Pearl (Mississipi) y después a dos compañeros del instituto.
Martes 24 de Marzo de 1998. Jonesboro (Arkansas), dos niños de 11 y 13 años ataviados con uniformes de camuflaje y provistos de fusiles con mira telescópica provocaron una falsa alarma de incendio en su escuela y, emboscados en unos árboles del exterior dispararon a granel contra los alumnos y profesores conforme iban saliendo. Mataron a 4 alumnas, a una profesora y otras 10 personas resultaron gravemente heridas. Estos dos niños salieron corriendo hacia la ciudad después de provocar la masacre. Al parecer no se encuentran indicios de que los chicos seleccionaran los objetivos.
El viernes 26 marzo, un niño de 4 años fue sorprendido llevando una pistola del calibre 9 mm a una guardería de Cleveland (Ohio). Según la directora de la guardería, la pistola le fue encontrada en el bolsillo del abrigo y lista para disparar.
26 Marzo, un chico de 14 disparó contra el director de su instituto, enfadado con él por haberle castigado en Daly City (California).
Según la Asociación Nacional del Rifle (NRA) de Estados Unidos, el problema no es la venta indiscriminada de armas, sino que estas armas están tan al alcance de los chicos como el mando a distancia, y esto tiene que ver más con "un problema social". Esta sociedad fue denunciada por un grupo contra la violencia por promover el gusto por las armas en los institutos.
Una ONG (Fondo para la defensa de los Niños) dice que los niños tienen 12 veces más posibilidades de morir por disparos en EEUU que en otros países industrializados, y el investigador de la universidad de Harvard, David Kennedy, opina que "existen comerciantes desaprensivos que les están vendiendo pistolas semiautomáticas por el precio de unas zapatillas deportivas".
El directivo de la Asociación Americana de Pediatras Howard Spivack dice que "vivimos en una cultura en la que a los niños, tanto en las ciudades como en el campo, se le enseña a resolver sus problemas y sus enfados a través de la violencia".